Reinventa tu vivienda

Siempre ha sido un lujo comprar una vivienda de obra nueva, ya sea sobre plano o una vez terminada la obra, y entrar a vivir con todo nuevo e impoluto. Muchos son los que no han tenido la oportunidad de vivir algo así pues pocos son los afortunados que se lo pueden permitir pero la realidad es que yo me lo imagino como una fantasía digna de un rey.

Obviamente todo depende de los ojos que miren porque quienes tienen mucho dinero, o al menos el suficiente como para pensar en otro tipo de lujos, imagino que la idea de mudarse a una vivienda de obra nueva de tres habitaciones y dos baños bastante sencilla no será algo que les llame la atención, pero para el común de la sociedad es una auténtica pasada.

Yo solo me he mudado una vez, y fue a un piso heredado de mi abuela así que obviamente no tenía fantásticos y nuevos acabados ni nada similar, pero aun así fue toda una aventura y pensé que era muy afortunada por tener el dinero ahorrado suficiente como para reformarlo a mi gusto. Poco después una amiga se mudó a una urbanización recién construida, con su piscina y todo, y aunque me pareció fantástico que sus hijos fueran a tener áreas de espacios comunes con instalaciones muy chulas para jugar y nadar en verano, lo que medio más envidia fue entrar a su casa vacía, cuando aún no habían llevado los muebles, y ver todo perfecto e impecable sabiendo que su familia iba a ser la primera en cocinar allí, dormir allí o ducharse.

Sea como sea, parece que esa sensación de lujo que tuve yo al ver si casa vacía, o de exclusividad, ha dejado paso a una tendencia entre quienes tienen un poder adquisitivo alto o medio-alto que promueve más la construcción personalizada o la reforma integral con el fin de conseguir exactamente el piso, apartamento o casa que la familia está buscando. ¿Y qué quiero decir con esto? Pues que se pone como primer valor en una vivienda de compra (nueva o de segunda mano) conseguir exactamente lo que se está buscando, por encima de si se está adquiriendo algo nuevo o de lujo.

Crearsur, los profesionales de la reforma por antonomasia en la zona sur de España, aseguran que cada vez son más las familias que adquieren una vivienda de segunda mano con el fin de reformarla completamente a su gusto. Incluso, nos han contado, que hay familias con un gran poder adquisitivo que prefiere comprar un chalet o apartamento lujoso de segunda mano para personalizar cada rincón como ellos quieren antes que comprar algo sobre plano, de obra nueva, que por mucho que se adapte a sus requisitos no será 100×100 ideado por y para su familia.

Lógicamente, quienes pueden permitírselo, tienden a levantar de cero su nueva casa. En Ezien Arquitectura, arquitectos técnicos en Alicante, desarrollan proyectos en 3D basándose en las necesidades de cada familia para conseguir como resultado final exactamente la misma idea que llevaba su cliente en mente. Esto es algo realmente interesante porque puedes decirle al arquitecto que quieres una gran cocina con isla central pero luego, al verlo en 3D, comprobar que prefieres que la isla esté más cerca de los muebles de la cocina, por ejemplo, por comodidad.

Pero lo interesante de todo esto no es saber si quienes tienen mucho dinero contratan la construcción de una vivienda nueva o no, lo interesante es saber que sea cual sea tu nivel económico prefieres reformar y personalizar antes que comprar algo nuevo más neutral y menos adaptado a tus necesidades.

Y es que si el ciudadano medio prefiere la reforma antes que la compra nueva, o la construcción de cero personalizada si puede permitírselo, significa que las grandes constructoras que levantan urbanizaciones y edificios como churros deben pensar en echar el freno, al menos ligeramente, y empezar a repensar sus prioridades.

Más suelo libre

Nuestra sociedad lleva muchísimos siglos levantando ciudades y cada vez nos amontonamos más. Los centros de todas las grandes urbes tienen características similares: calles estrechas con edificios a ambos lados de la calzada que tapan el sol la mayor parte del día. Pero ¿es eso lo que queremos realmente?

La tendencia de nuestra sociedad nos lleva más a mirar hacia las afueras, hacia los campos y hacia las llamadas ciudades-dormitorio porque buscamos tranquilidad, más espacio, mejores vistas y más oxígeno. Todo eso implica que las urbes se expandan, que cada vez se construya más hacia afuera provocando que cientos de pisos se queden vacíos en los barrios de toda la vida al tiempo que llenamos nuevas urbanizaciones en las afueras. Cada vez menos suelo libre, cada vez más espacio ocupado y yo cada vez que miro y veo que se construye un nuevo edificio en un solar que antes era campo me imagino un panorama muy similar al que se ve en las favelas de Brasil pero con edificios. Una jungla de asfalto donde no cabe un alfiler y de donde prácticamente no se puede escapar.

Sin embargo, si son muchos los que prefieren reformar, ya sea en pleno centro de Madrid o en una casa de campo a 20 kilómetros de la capital, lo que se consigue es que se paralice un poco la nueva creación de edificios y se frene esta forma de vida que tenemos que tiende a destruir lo que nos rodea.

Si vives en la ciudad y tu ilusión es vivir en campo puedes hacerlo sin necesidad de comprarte un piso en la nueva urbanización que van a  construir a las afueras de la ciudad, es mucho mejor comprar la casa de campo que permanece vacía desde hace años y reformarla a tu gusto para que tú y tu familia podáis vivir tal y como siempre habías soñado.

Del mismo modo, si tu ilusión es vivir en la playa y puedes permitírtelo, ¿por qué no reformar esos apartamentos de los años 70 que ya han quedado obsoletos y crear un apartamento personalizado con todo lo que siempre has querido tener? Hacer eso implicaría menos contaminación, reutilización y, por supuesto, menos especulación con suelo público frente a la costa. Utilicemos lo que ya está ahí en lugar de levantar nuevos gigantes de hormigón que lo único que hacen es destruir zonas naturales que necesitamos para vivir.

No obstante esto entronca con la tendencia también de quienes manejan muchos billetes a comprar nuevos terrenos para levantar su nueva casa desde cero, ya que al final eso lo que provoca es una nueva construcción, un nuevo terreno ocupado y, por supuesto, contaminación. El problema es que eso, por ahora, no lo vamos a evitar a no ser que se endurezcan las leyes así que si promovemos la reforma y rehabilitación son ahínco es posible que algunos de esos adinerados decidan personalizar una vivida de lujo ya existente en lugar de construir una nueva.

Reformas Integrales

¿Y a qué nos referimos con “reformas integrales”? Pues a que todo cambie, absolutamente todo.

Os voy a poner el ejemplo de otra conocida mía, tenía posibilidad de conseguir una hipoteca por valor de 150.000 euros así que podía tener acceso a un piso de obra nueva sencillo, pero cuco, sin embargo optó por la reforma. Se gastó 110.000 euros en un piso de segunda mano, en una urbanización que tiene unos 15 años aproximadamente, tres habitaciones, dos ballos, salón-comedor, cocina y una terraza muy cuca pero todo antiguado, obviamente, así que usó los 40.000 restantes de la hipoteca para reformar.

Alrededor de 6.000 euros fueron para el suelo, 4.000 para renovar fontanería y electricidad, 10.000 para la cocina y unos 2.500 para el baño, pintó toda la casa y se gastó otros 13.000 en ventanas de PVC nuevas y lo que quedó, unos 4.000 euros más, los invirtió en muebles nuevos para el salón y su dormitorio. Total: 150.000 euros y tiene una casa en la que cada centímetro ha sido pensado por ella, ideado por ella y reformado como ella quería. Cada tirador de puerta, cada baldosa del baño y cada gota de pintura delas paredes la ha elegido ella, por lo que ha conseguido una vivienda totalmente a medida con un presupuesto más o menos justo que le habría permitido comprarse algo, no muy grande y bastante estándar, de obra nueva. Yo creo que merece la pena ¿no?

En una reforma integral se cambia todo y se piensa hasta en el más mínimo detalle para que la vivienda quede como nueva, a estrenar, y a la medida exacta que la familia o el nuevo propietario querían. Yo creo que es una tendencia que beneficia a todos ¿y tú?