Los dispositivos electrónicos en la infancia.

Hay mucha controversia respecto a este asunto. ¿Los niños deben tener sus propios dispositivos electrónicos? Tablet, móvil. ¿Cuál es la edad adecuada para comprárselo? ¿Cuánto tiempo deben utilizarlo al día? Lo que está claro es que no podemos prohibir el acceso de los niños a la tecnología, podría tener efectos contraproducentes. Lo que si debemos hacer los padres es regularlo. Presento en este artículo mi opinión personal sobre este tema.

Aunque resulte chocante, la electrónica forma parte del proceso de formación de los niños hoy en día.

Nuestra generación, los padres actuales, crecimos delante de una pantalla de televisión. Pasábamos horas enteras viendo dibujos animados, programas infantiles y otros programas, que no estaban pensados para nuestra edad, pero que tenían un contenido familiar. Esto no impedía que jugáramos con nuestros amigos en la calle o que leyéramos libros y comics, si nos gustaba.

Más adelante llegó el video. Acudíamos con nuestros padres cada viernes al videoclub para seleccionar aquellas películas que queríamos ver en casa. Podíamos seleccionar el contenido de lo que visualizábamos, algo parecido a lo que sucede hoy con Netflix y con YouTube. Por haber crecido así, no podemos decir que hayamos recibido una educación incorrecta.

Hoy, nuestros hijos han sustituido las pantallas de televisión por tablets, teléfonos móviles y ordenadores. En ellos ven videos que ofrecen plataformas digitales y juegan a videojuegos. Quizás se encuentran expuestos a contenidos que no son apropiados para su edad, pero también nosotros lo estábamos. Para eso, los padres deben regular el uso que hacen sus hijos de la tecnología. Para ello existen sistemas como el control parental en los móviles.

Llega un momento en el que al niño hay que comprarle su propio móvil o tablet, si no queremos que monopolice los nuestros. Uno de los problemas a los que se enfrentan los padres es la compra del dispositivo adecuado. Estos aparatos tecnológicos suelen ser caros y se pueden romper con facilidad, si no se cuidan. No vale la pena gastarse mucho dinero en la primera tablet del niño, si esta se puede romper a los pocos días. Jaume compró a su hijo una tablet en I.D.C., una tienda online de productos electrónicos de ocasión, con la que encontró a un buen precio el artículo que necesitaba.

Los dispositivos electrónicos para niños no es necesario que tenga muchas prestaciones, ni gastarse mucho dinero en ellos. Basta con que cubra las necesidades de nuestro hijo. Que tenga acceso a internet para ver videos, que se puedan bajar juegos y películas, y que pueda hacer fotos. A veces, cuando cambiamos de móvil, limpiar nuestro teléfono de archivos y aplicaciones, y adaptarlo al niño, puede ser suficiente.

Las tablets en la educación infantil.

Algunos pedagogos defienden el uso de las nuevas tecnologías en la educación de los más pequeños. Estas son algunas ventajas que reporta el uso de las tablets en la formación de nuestros hijos:

  1. Se pueden descargar aplicaciones educativas. Es una forma más entretenida de aprender que el empleo de métodos tradicionales como la memorización de conceptos. De esta forma, eligiendo las apps adecuadas, podemos fomentar determinadas habilidades de nuestros hijos, como la memoria visual o la expresión práctica.
  2. Podemos controlar el contenido que ven. Si supervisamos los programas y aplicaciones que se descargan y utilizamos herramientas como el control parental, podemos controlar mejor el contenido que consumen nuestros hijos, que si lo dejamos delante de la televisión o le cedemos nuestro ordenador portátil por un tiempo sin estar nosotros encima.
  3. Favorece su socialización. Hoy, el uso de dispositivos móviles entre los niños es algo corriente. Ellos mismos se interaccionan entre sí compartiendo o comentando los videojuegos a los que juegan y los videos que ven. Negar a los niños el acceso a la tecnología es poco más que favorecer el aislamiento de nuestros hijos respecto a sus compañeros.
  4. Los preparas para el futuro. La tecnología es el presente y el futuro. Hoy, por ejemplo, no se deja de hablar de la inteligencia artificial. Cuanto más familiarizados estén nuestros hijos con la tecnología, más fácil les será integrarse social y laboralmente el día de mañana.

Los riesgos del uso de la tecnología en la infancia.

A pesar de los beneficios de la tecnología para los niños, no podemos cerrar los ojos e ignorar que estos dispositivos entrañan riesgos para nuestros hijos. El Gobierno de Perú en su plataforma digital, señala que 1 de cada 11 niños entre 8 y 18 años es adicto a los dispositivos electrónicos.

Esto viene causado por un fenómeno físico. La luz parpadeante que producen los aparatos tecnológicos genera un efecto hipnótico sobre las personas, que es aún más fuerte en el caso de los niños.

Es como las luces de las máquinas tragaperras. Estas luces, que se encienden y se apagan continuamente, llaman la atención de los ludópatas y los tienen atrapados delante del aparato. Está claro que en la ludopatía interviene el deseo por obtener el premio, pero la segregación de dopamina también aparece cuando un niño pasa horas delante de un dispositivo electrónico.

Un niño que usa durante muchas horas al día una tablet o un móvil corre el riesgo de padecer problemas de conducta como trastornos del sueño, depresión infantil, ansiedad cuando no está con el aparato, y en los casos más extremos, adicción.

Por tanto, los padres no solo debemos estar pendientes del contenido que consumen nuestros hijos en estos aparatos, sino también el tiempo que los utilizan. Es un elemento para su educación. Los niños sienten que se lo están pasando bien, pero no saben cómo limitar su uso.

Cuando tiempo deben tener los niños un dispositivo electrónico.

Los expertos señalan que la edad adecuada para que un niño tenga su propio móvil o tablet son los 12 años.

Todos sabemos que los niños empiezan a manejar la tecnología de los dispositivos móviles desde los 4 o 5 años. Lo hacen de forma instintiva, para poder encontrar aquello que les gusta (juegos, videos, etc.), pero lo cierto es que llegan a desarrollar una destreza asombrosa, a veces superior a la de los adultos.

La revista Medline Plus opina que los niños menores de 2 años no deben pasar tiempo delante de una pantalla electrónica. Frente a lo que algunos piensan, estos aparatos no ofrecen ningún beneficio para su formación.

Entre los 2 y 14 años, es recomendable que el tiempo de uso de los aparatos tecnológicos no exceda las 2 horas diarias. Si les hemos dado manga ancha a los niños para que utilicen el móvil el tiempo que ellos quieran, ponerles límites puede ser complicado. Estas son algunas pautas para conseguirlo:

  1. Evitar que los niños se lleven el móvil o la tablet a la alcoba cuando se van a dormir.
  2. Prohibirles que estén con ellos cuando están comiendo o haciendo los deberes.
  3. Pactar con el niño un tiempo determinado, retirándoles el aparato cuando este termine. Puede ser cuando se acabe un video que está viendo o cuando termine la partida que está jugando con el videojuego.
  4. Sugerir actividades para los que no son necesarios estos dispositivos, como salir a dar un paseo en bicicleta o bajar unas horas al parque a jugar a la pelota.
  5. Predicar con el ejemplo. Si el padre pasa todo el día delante del ordenador o con el móvil en la mano es complicado que la ponga límites al niño. Nosotros también debemos ponernos límites en el uso del móvil el tiempo que estemos en casa.
  6. Programar actividades en los que la familia prescinda por completo de los dispositivos electrónicos, como puede ser, pasar un domingo entero en el campo.

Un móvil no sustituye a los padres.

Uno de los malos hábitos que tenemos los padres es ponerle a nuestro hijo un móvil en la mano mientras nosotros estamos haciendo otra cosa. De esta manera, el niño está entretenido y no tenemos que preocuparnos de él. Esta práctica puede llegar a convertirse en costumbre.

Un niño necesita que sus padres estén con él. Que les dedique tiempo. Nunca un móvil o una tablet pueden sustituir a los padres. Incluso, cuando los niños están con los dispositivos electrónicos les gusta compartirlo con el papá o la mamá. Que estos vean como está jugando e, incluso, que jueguen con él.

Otra de las actividades que más les gusta a los niños es salir a jugar con otros niños. Es el momento en el que mejor se lo pasan. No se puede reemplazar que los niños salgan a jugar con sus amiguitos al parque con sesiones interminables de móvil. Es cierto que nos supone más esfuerzo, pero es lo que necesitan nuestros hijos para que crezcan de una manera adecuada y feliz.

No podemos negar el progreso, la tecnología forma parte de nuestra vida, y también de la de nuestros hijos. Lo que no podemos permitir es que esta la acapare por completo. Debemos permitir el acceso de los niños a la tecnología, pero controlar el tiempo que la utilizan y como la usan.