Lagrimeo en niños: causas y cómo tratarlo

Como padres, nos llegamos a preocupar por todo lo que pasa a nuestros hijos, sobre todo cuando están muy pequeños, no pueden comunicarse con notros y no sabemos hasta donde puede ser riesgosa una condición.

Una de las causas más comunes que hace que los padres acudan al médico con sus pequeños es el lagrimeo constante de ojos que algunos suelen presentar y que no siempre se sabe a que se debe, ni como calmar.

Si este es tu caso o solo quieres estar preparado por si algo así pasa, te dejamos este artículo con toda la información que necesitas saber sobre el tema, el cual elaboramos con la ayuda de la Dra. Cecilia Rodríguez, experta en cirugía plástica ocular.

¿Por qué al niño le llora un ojo constantemente?

El lagrimeo o epífora se presenta por un exceso de producción de lágrima o bien por una falta de recogida de la misma, y el cual se generan de la glándula lagrimal(parte más externa del ojo y más cercana a la sien) y se recoge en el saco lagrimal (parte más próxima a la nariz).

Por lo general, las lágrimas son un mecanismo natural del cuerpo que permite limpiar el ojo de posibles motas de polvo o sustancias externas que hayan podido entrar en él, sobre todo cuando estamos en las épocas de primavera y verano en las cuales el ambiente es más seco, pero también en  la forma que tiene nuestro cuerpo de demostrar sentimientos como la tristeza.

En el caso de los niños, también puede pasar que sean el reflejo de que este podría estar sufriendo alguna enfermedad, como por ejemplo, la conjuntivitis.

Entonces, el lagrimeo en los niños puede responder a diferentes causas: irritación (por falta de parpadeo debido al abuso de la televisión o de la tablet, por ejemplo), traumatismo (por golpe o arañazo) y conjuntivitis (puede ser infecciosa o alérgica). Pero también puede haber otras causas que impliquen un grado mayor de complicación como sucede con el lagrimal obstruido.

El lagrimal obstruido es otra causa para el lagrimeo en niños pequeños, solo que menos habitual que las demás que mencionamos. Se trata de un problema que puede darse en niños recién nacidos y que suele solucionarse en el primer año de vida. No obstante, si que puede suceder que el problema persista (de manera parcial) hasta que el niño se hace mayor. Así, el proceso por medio del cual se obstruye el lagrimal, es un de los tantos cambios y evoluciones por los que pasan los niños a lo largo de sus vidas, como tantos otros.

Así, para saber la verdadera causa del lagrimeo, lo más recomendable es que una vez notados los síntomas acudamos con el medico especialista para que este evalúe el caso y haga un diagnóstico adecuado, para luego recetar el tratamiento más apropiado según el caso.

En los tres primeros casos más comunes, lo que se suele indicar es lavar el ojo al niño con suero fisiológico ocular. Si el pequeño también tiene una infección, también se le recetará un colirio antibiótico, y si su problema es de tipo alérgico, un colirio antihistamínico.

En algunos casos, como el lagrimeo puede venir acompañado de otros síntomas como fiebre o dolor de cabeza debido a la infección presente, también se les recetará remedios para los mismos.

Por último, en el caso del lagrimal obstruido, el tratamiento implica la aplicación de masajes en el saco lagrimal (lo tendrá enrojecido e inflamado) y lavados frecuentes con suero fisiológico ocular. Y, en caso que esto no resuelva el problema, se propondrá una sencilla intervención quirúrgica.

Elementos extraños dentro del ojo del niño

Otra preocupación que tiene micha relación con el lagrimeo ocular es cuando a nuestros pequeños se le mete algo en los ojos como arenilla, pelusa, etc., y por supuesto causa molestias y un lagrimeo momentáneo.

La primera reacción es rascarse  los ojos, pero esto no es lo más recomendable, lo mejor es cerrarlos durante un par de minutos para que el objeto se traslade al lagrimal, hasta ser expulsado.

De no lograrse de esta forma sencilla, lo mejor es llevar a nuestro hijo al pediatra, ya que de seguirlo intentando, lo que podemos hacer es el que el objeto extraño cause pequeñas heridas en el globo ocular o en la córnea.

Así el médico pasará a echare un colirio amarillo en el ojo y, en caso de que haya una herida, la teñirá de este color, que luego se procederá a curar con un colirio antibiótico y se le derivará al oftalmólogo infantil para que controle la cicatrización de la lesión.

¿Cómo evitar infecciones oculares en niños?

Como dijimos las causas del lagrimeo ocular responden a que existe una pequeña infección en el ojo del niño. Estas suelen darse por la mala costumbre que tienen los niños de tocarse los ojos con las manos sucias, pro ejemplo, cuando están jugando en el parque o en el piso.

Para que esto no siga sucediendo, siempre es bueno cargar un paquete de toallitas húmedas con nosotros para estar higienizando sus manos  cada cierto tiempo, al igual que alguna toallitas faciales para retirar la suciedad y el polvo de su rostro.

Mantén sus ojos siempre los más limpios y secos posible, de una forma un poco similar en la que le quitamos siempre las flemas y los mocos.

Mientras que otras medidas son  lavar con suero fisiológico siempre que el bebé tenga legañas y retirarlas suavemente con gasas estériles; y acudir al oftalmólogo siempre que veamos que hay un aumento de la secreción, ojo rojo o inflamación de los párpados.

No obstante, siempre debes estar consciente de que aunque tomes todas estas medidas, siempre puede pasar que tu hijo pesque una infección. Y es que como dijimos anteriormente, muchas veces es parte natural de su desarrollo dentro de este mundo, y son cosas que pasan y ya. Es muy difícil que alguien este totalmente exento de que caiga un poco de polvo o ciertas partículas dentro del ojo y que se rasqué los mismos con las manos. Piensa en ti hoy en día cuando aún sueles restregar tus ojos sin lavarte las manos.

Así que además de intentar prevenir, igualmente, debe estar preparado para que pase en algún momento y haya que acudir al médico para un tratamiento.

¿Cómo se trata la obstrucción de la vía lagrimal en el niño?

 

El tratamiento a seguir dependerá de la causa de la obstrucción: “En los bebés, lo normal es esperar, porque muchas veces se debe a que el conducto nasolagrimal no se ha desarrollado, explicamos a los padres y madres cómo dar un masaje que ayuda a abrir la membrana que puede estar obstruyéndolo. Ya en niños, podemos dilatar los orificios lagrimales, algo que también se hace en adultos. De no dar resultado esta técnica sencilla, pasaríamos a otros procedimientos con stent o catéter de dilatación o, incluso, llegaríamos a recurrir a la cirugía llegado el caso (dacriocistorrinostomía)”, explican los expertos.

En fin, el principal objetivo de este tipo de tratamientos  es desbloquear de algún modo esa posible obstrucción permeabilizando la vía.

Aunque se debe asistir al médico especialista para un diagnóstico, esto no quiere decir que haya que hacer pruebas de imagen. Sencillamente se puede concluir que la válvula está imperforada y su dilatación mejorará la sintomatología. Aunque a veces puede pasar que no sea por esto si no que se deba a una estrechez anómala del conducto o que la desembocadura en la nariz no sea la correcta, o que esté bloqueada por cualquier pequeña alteración nasal.

Lo que si es que los tratamientos se basan en la edad del niño:

  • Hasta los 9 meses o el año de edad: se recomiendan los masajes, los cuales deben hacerse con suavidad, comenzando desde   la zona lagrimal, desplazando el dedo longitudinalmente hacia el ala de la nariz, con el fin de aumentar la presión hidrostática en la zona inferior, y romper dicha válvula. Así, la frecuencia debe ser de unas 10 veces, por la mañana y por la tarde.
  • A partir del primer año: se plantea el Sondaje de la vía lagrimal. Lo recomendable es aplicar anestesia general, aunque muches veces puede hacerse sin ella, todo depende de cuan cómodo se le quiera hacer el procedimiento al niño.

El sondaje de la vía lagrimal que mencionamos en el tratamiento recomendado para niños a partir del primer año es una técnica muy frecuente, pero muy delicada, que debe ser realizada por profesionales con experiencia que garanticen su experiencia en el área.

Se trata de una intervención en la que se utilizan unas sondas metálicas que se introducen por el punto lagrimal y recorren toda la vía siguiendo su trayecto y direcciones hasta llegar a la nariz. De esta manera en teoría se rompe y dilata la válvula. Al ser una maniobra practicada a ciegas, existe un bajo riesgo de daño en la vía lagrimal, así que no es una maniobra inocua.