Elegir un buen colchón puede convertirse en una ardua tarea gracias a todas las opciones disponibles en el mercado. Tanto en cuestión de materiales como de prestaciones, los encargados de proporcionar un buen descanso, trabajan incansablemente para ofrecer todo tipo de soluciones para cada una de las necesidades existentes. El descanso es algo tan particular y personal de cada individuo como el ADN o la huella dactilar. Para cada persona el mejor colchón puede ser totalmente diferente. Mientras que algunos prefieren colchones blandos y mullidos que se adapten al cuerpo en función de su peso; otros se decantan por una mayor firmeza que mantenga el cuerpo en una posición estable. Es cuestión de gustos, preferencias y, por supuesto, necesidades, pues en ocasiones, lo que más nos gusta, no es lo que mejor se adapta a ellas.
De ahí que existan en el mercado tantas opciones, cada vez más. Materiales, tamaños, grosores… todo un universo de combinaciones para ofrecer las mejores soluciones en cuestiones de sueño. Puesto que, como decíamos, en muchas ocasiones no se trata de un gusto si no de una necesidad, es esencial tener en cuenta esas necesidades particulares de cada cuerpo en según qué situaciones. Razón por la que existen camas articuladas que facilitan el descanso a personas con unas condiciones físicas más limitadas. En este caso particular, la elección del colchón debe realizarse siguiendo algunos criterios para que su eficacia sea la mejor y los usuarios, puedan descansar como merecen.
En el caso de necesitar una cama articulada, puede adquirirse de diversas formas, entre las que es posible encontrar el alquiler de la cama, en cuyo caso, no es necesario buscar el colchón adecuado pues la misma empresa, como Cuidaria, lo proporciona. Sin embargo, si la elección es la compra o, simplemente tienes una cama articulada y quieres o necesitas cambiar el colchón, vamos a darte algunos consejos para facilitar en la medida de lo posible, tu elección.
Aspectos necesarios a tener en cuenta
Antes de continuar, no podemos dejar de decir que para tener una cama articulada, no es necesario ser una persona impedida o dependiente. Nada más lejos de la verdad, aunque bien es cierto que el diseño de este tipo de camas se centra más en solventar las necesidades de personas que padecen algún tipo o grado de dependencia. En cualquier caso, las camas articuladas proporcionan independencia física, comodidad extra para leer o ver la tele y por supuesto un buen descanso.
Como cada vez se trata de un artículo con mayor demanda, gracias al éxito de los somieres articulados y los múltiples beneficios que estos aportan a nivel salud y descanso, hay que saber que no cualquier colchón es apto para este tipo de camas. Los colchones que vayan a colocarse sobre un somier articulado, deben se resistentes a la acción de la base, es decir, deben contar con la capacidad para doblarse. Este es, en primera instancia, el requisito esencial con el que debe contar un colchón si quiere colocarse sobre una cama articulada. El colchón adecuado para una cama articulada, deberá ser, por igual, articulado y permitir que pueda doblarse en todas y cada una de las posiciones que marque el propio somier. Este tipo de colchones, fabricados para ser utilizados en camas articuladas, van perfilados o contienen un núcleo de látex para proporcionar la flexibilidad necesaria.
A diferencia de los colchones no articulables o convencionales, de núcleo rígido o sin perfilar, los articulados, cuentan con unos aspectos a los que hay que prestar especial atención. Por lo tanto a la hora de adquirir uno de estos colchones, debemos fijarnos en los siguientes puntos:
- Núcleo. Los colchones articulables de espumación poseen un alto grado de idoneidad debido a un HR que varía en torno a la suavidad o la firmeza del colchón. Dentro de los colchones de espuma, podemos destacar los fabricados especialmente para uso sanitario o geriátrico. Por norma general, este tipo de colchones se utiliza en camas terapéuticas. Resulta esencial que cuenten con un núcleo viscoelástico perfilado que diferencie las partes del colchón.
Estos colchones, combinan un núcleo HR con acolchado exterior de viscoelástica, por lo que son ideales para las camas articuladas, además de adaptarse a la postura y necesidad del usuario.
- El tamaño es otro de los aspectos fundamentales a los que hay que prestar especial atención. Un colchón debe ajustarse exactamente a las dimensiones del somier de la cama para permitir que el movimiento de la misma, sea suave y carezca de restricciones. Elegir un colchón adecuado en su tamaño, garantiza la compatibilidad y comodidad de la cama.
- La altura es por igual, importante. Nos referimos a la altura del colchón. Por norma general, lo más aconsejable es que no pasen de los veinte o veinticinco centímetros, pues esta medida permite un fácil doblado. Es importante asegurar que la altura no se convierta en una dificultad a la hora de levantarse o acostarse.
- El peso es otro factor clave. Para una cama articulada, un colchón ligero facilita los movimientos articulados de la cama, en tanto que un modelo más pesado, dificultará el ajuste y afectará de forma directa a la durabilidad de la cama articulada y su uso.
- Por supuesto el precio es un factor de gran relevancia a la hora de comprar un colchón. Es necesario ajustarse a los modelos que no perjudiquen la economía sin comprometer la calidad y la adecuación necesaria para la cama.
Tipos de colchones a considerar para una cama articulada
De igual manera que existen diferentes materiales para fabricar colchones convencionales, los que se destinan a las camas articuladas, cuentan con diferentes composiciones. En función del material utilizado, podemos encontrar diversos tipos de colchones para camas articuladas con sus diferentes propiedades y cualidades. Considerar el tipo de material y, por lo tanto, de colchón, es tan esencial como tener en cuenta los aspectos citados en el anterior apartado.
Siendo así, podemos encontrarnos con colchones de viscoelástica para camas articuladas. Este material es especialmente conocido gracias a su capacidad de adaptación al cuerpo, factor que lo hace ideal para las camas articuladas. Proporciona un soporte óptimo a los puntos de presión, se trata de un material muy duradero capaz de mantener sus cualidades a lo largo del tiempo a pesar del uso, por lo que se trata de una alternativa de excepción para aquellos que buscan confort y flexibilidad.
Como ya hemos comentado anteriormente, la ligereza del colchón es fundamental a la hora de comprar uno para una cama articulada. En este sentido, los colchones de espuma para cas articuladas, no solo son económicos sino que se trata de la opción más viable y popular a la hora de adquirir uno para una cama articulada. No obstante, hay que tener en cuenta que las espumas pueden presentar malformaciones con el paso del tiempo, sobre todo si no son de buena calidad.
La flexibilidad del látex, proporciona a los colchones de este material, la flexibilidad necesaria para adaptarse al movimiento del somier de la cama articulada. Su precio supera el de los modelos fabricados en viscoelástica, pero su flexibilidad y durabilidad lo han convertido en una de las opciones más populares.
Por otro lado, podemos encontrar en el mercado, colchones híbridos especiales para camas articuladas. Este tipo de colchones, combinan diferentes materiales como el látex y la espuma para ofrecer una opción versátil. Esta mezcla permite proporcionar un equilibrio entre soporte y adaptabilidad ofreciendo una experiencia de descanso cómoda, flexible y confortable al usuario.
No podemos terminar esta lista sin señalar a los colchones de muelles, aunque solo sea para recordar que no son adecuados para ser utilizados en una cama articulada. En este caso, los colchones de muelles, debido a que carecen de flexibilidad, resultan incompatibles con los movimientos que realiza la base de la cama articulada, por lo que resultaría un movimiento deficiente y terminaría por deformar el colchón.
Como conclusión, podemos decir que los colchones han evolucionado notablemente a lo largo del tiempo. En el particular de los colchones adecuados para camas articuladas, la evolución no ha sido menor, pues se han convertido en una opción de gran versatilidad para cualquier estilo de vida y necesidad. Este tipo de colchones puede ofrecer la comodidad necesaria para leer y ver la televisión, al mismo tiempo que se trata de un soporte indispensable y necesario para aquellas personas que cuentan unas condiciones de salud específicas. Ha quedado demostrado que las camas articuladas son algo más que un simple accesorio o elemento de descanso.
Al contrario, la versatilidad que ofrece una cama articulada no se limita a las personas con problemas de movilidad de mayor o menor envergadura. Se han convertido en una elección práctica par personas que buscan una mayor adaptabilidad. Por lo tanto a la hora de elegir un colchón articulable adecuado para una cama articulada, hay que tener en cuenta que este debe cumplir unos requisitos específicos, como poseer la capacidad de doblarse para poder garantizar un descanso óptimo a los usuarios. No hay que olvidar que un buen colchón es sinónimo de comodidad, confort y por supuesto, descanso.