Muchas veces nos vamos a encontrar con la tarea de tener que realizar reformas a nuestro piso, ya sea de nuestra propiedad o sea un piso en alquiler en el que tengamos que ponernos de acuerdo con el casero, y dichas reformas, aunque son para la mejora de la vivienda, pueden llegar a ser un quebradero de cabeza entre obras, requisitos, materiales y súmale si cometemos algún error y las cosas no salen como esperábamos.
Y es que debido a nuestra inexperiencia en materia, nuestro objetivo de ahorrar lo más posible y de a veces no recibir consejo profesional, son muchas las malas decisiones que podemos llegar a tomar y que podrían convertir esta situación, en vez de en algo positivo, en un verdadero trauma.
Aquí algunas de las malas decisiones más comunes a la hora de realizar una reforma que te podrían servir de escarmiento y que nos facilitan los expertos en el sector inmobiliario de Matin Lucirica.
Error #1: No ceñirnos a un presupuesto real
A veces muchos inquilinos deciden hacer reformas y actúan como si les acabase de caer la lotería o acabasen de ganar una cuantiosa herencia, queriendo desde cambiar la pintura de toda la casa, hasta la construcción de un nuevo espacio y se olvidan de los costes que esto representará incluyendo materiales, mano de obra, mobiliario y otros.
Así, es un error planear reformas sin investigar los costos de las mismas, no incluir en el presupuesto el costo de los materiales y de otras pequeñas reformas o reformas complementaria que podía acarrear la obra principal, y peor aún, dejar que se hagan modificaciones al plan inicial sin preguntar los costos extras de la misma.
Incluso, también es un grave error cerrar el presupuesto dejando por fuera ciertos detalles con la promesa de “arreglarlos después” ya que esto lo que hará es que terminaremos pagando por una obra incompleta y después suma este costo faltante haciendo el presupuesto más gordo de lo que parecía.
Error #2: No tener en cuenta imprevistos
Alba V. Codesido, fundadora del estudio de arquitectura y diseño de interiores , y experta en temas de vivienda y reformas comenta para una nota de prensa de El País: «Uno de los imprevistos más comunes con los que te puedes encontrar, sobre todo en viviendas antiguas, son los desniveles de techos y paredes. Es algo que no es fácil de detectar y que puede ocasionar un buen susto a la hora de rematar la obra y colocar la carpintería».
Y es que es muy común que comenzando una obra para cambiar azulejos encontramos tuberías que se rompen, o reforzamientos de estructuras o paredes que precisan doble aislamiento, solo por mencionar algunos casos.
Y si es verdad que no puedes adivinar el futuro y prever que estas coas puedan pasar, l que recomendamos es siempre tener un fondo extra a parte del presupuesto que se invierta en al obra que se quiera hacer, en caso de que nos sorprendan estos imprevistos.
Error #3: Anteponer la estética a la funcionalidad
Por supuesto que todos queremos tener una casa como de foto de revista y que muchas reformas son pensadas para tal fin, sin embargo, el factor estético no puede ser mucho más importante que nuestra comodidad y la funcionalidad de los diferentes espacios de la casa.
Por ejemplo, al querer reformar una cocina, no solo debes hacer la toma de decisiones pensando en lo que se va a ver bien, sino en lo que va a ser funcional, por ejemplo las ventanas deben ir en los puntos que permitan mayor entrada de luz natural de forma que podamos ahorrar en factura de luz y electricidad. A esto, en al misma entrevista Ramsés Jiménez y Laura Pol, interioristas fundadores del estudio RÄL 167 comentan «Lo más importante es ser realista con las necesidades y el presupuesto del que se dispone. Hay que jerarquizar y tratar de buscar las mejores calidades que puedan costearse, pero sin generarse unas expectativas inalcanzables».
Error #4: Desesperarnos con los plazos de entrega
Siempre comenzamos el proceso de reformas emocionados de hacerle un cambio y una mejora a nuestro hogar, pero cuando comienzan a pasar los días y los trabajos en la casa parece no terminar comenzamos a desesperarnos y a presionar con el plazo final.
No obstante, lo mejor es armarnos de calma y paciencia, pues del apuro solo queda el cansancio: «Es imprescindible dedicar tiempo a la fase de diseño: cuanto más definido esté el proyecto antes de comenzar la obra, más fluido resultará el ritmo de la misma», señalan Jiménez y Pol.
Así, por ejemplo, si necesitamos las obras para un día en especifico lo mejor es dejarlo claro en el contrato con la empresa de reformas, si no, debemos saber esperar hasta la fecha estipulada, e incluso, tener un plan B en caso de quela obra pueda extenderse.
Error #5: No guardar los tickets de compra y contratos de garantía
Debes guardar en un lugar seguro y accesible todos los tictes de compra de los materiales y los contratos con las empresas de reforma en caso de que necesites hacer un reclamo. Incluso, si puedes, haz fotos del producto, del estado del lugar en el que se iba a hacer la reforma antes de comenzar o cualquier otra que te pueda ayudar a reclamar algún desperfecto o algún daño colateral durante la obra.
Recuerda que muchas veces para ahorrar en gastos contratamos a empresas que no son lo que prometían o incluso, por mu buenas que sean, no están exentas de que ocurran accidentes durante el transporte de materiales o la realización de las obras, por ejemplo.
Error #6: Escatimar en lo importante
Hablando de reducción en costes, algo en lo que solemos escatimar mucho es en la compra de los materiales que necesitamos y a veces hasta primamos precio por encima de calidad. De hecho, según Alba V. Codesido: «Es muy tentador irte a por ese azulejo que cuesta una tercera parte y que brilla igual, porque a primera vista, pueden resultar muy parecidos. Pero el instalador podrá darte sorpresas desagradables al colocarlos y el desgaste con el tiempo pondrá a cada uno en su lugar».
Entonces, se recomienda que si queremos reducir costes, lo hagamos pensando en prescindir del aspecto estético más que en el estructural: «Siempre podrás vivir con un suelo o un baño que no se ajusta completamente a tu gusto personal, pero sin ninguna duda lo que es imprescindible es distribuir el espacio acorde a las necesidades de cada uno. El esqueleto es esencial, siempre habrá tiempo de cambiar la piel en el futuro sin afectar a lo demás”
Error #7: Comprar muebles antes de que finalice la reforma
La parte más divertida de una reforma es comprar el mobiliario nuevo y decorar, por eso mientras nuestra obra está lista, pasamos nuestro tiempo muerto soñando con como se verá nuestro nuevo espacio y visitando página online o deteniéndonos en el IKEA cerca de casa para echar un vistazo, y entonces no podemos evitar comenzar a comprar muebles y mesas y sillones.
El problema es que a veces el resultado final puede verse algo diferente a como lo imaginamos o como lo vimos en la simulación que se hace antes de empezar una obra y que quizá terminemos perdiendo esos muebles recién adquiridos porque ya no encajan tan bien como esperábamos.
Erros #8: No pensar un diseño acorde a nuestro plan de vida
Debemos hacer las reformas pensando en nuestras necesidades y no solo en nuestras preferencias. Por ejemplo, debemos pensar si en algún momento la familia crecerá y necesitaremos una habitación extra, o que una de las habitaciones e más grande o espacio para un coche más grande, etc. De esta forma no es bueno hacer cambios de los que no se puedan volver después o que no permitan modificaciones que puedan ser necesarias en u futuro.
Error #9: No crearnos una distribución mental del espacio
Si la empresa de reformas que contratamos no nos ofrece un servicio de diseño por ordenador en donde podamos ver como quedaría el espacio en el que se hará la reforma, o no hemos podido pagar por este extra, es bueno que tu mismo te plantees una imagen mental del nuevo espacio, incluyendo el uso que le vas a dar y el mobiliario y las pertenencias que quieres incluir en él.
Por ejemplo, tenemos que imaginar en donde vamos a poner la TV, si es que va a haber una, para pensar por donde colocaremos el cableado de forma que no quede en sitios peligrosos que puedan ocasionar accidentes. Mucho más si vamos a concluir más dispositivos electrónicos que necesitarán estar conectados a la toma de corriente y que por lo tanto deben ser situados de forma estratégica.
Error # 10: No estar encima lo suficiente
El estudio RÄL 167 te recuerda que «El cliente debe implicarse de forma muy activa, sobre todo, en la fase de toma de datos, dando un relato detallado a los interioristas durante el proceso de diseño para que este sea certero». En fin, no es convertirte en perro policía descuidando tu trabajo y tus otras obligaciones, se trata de vigilar que todo va bien.