Cómo elegir una silla de viaje para tu bebé.

El bebé es el pasajero más vulnerable del vehículo. Cuando viajamos en el coche con él, cualquier medida de seguridad es poca. Te explicaremos en este artículo las normas de protección que impone la DGT para el transporte de bebés, los tipos de sillas y canastos para colocarlos sobre los asientos y las cuestiones que debes valorar antes de comprarlas. Empezamos.

La integridad física de los niños pequeños puede verse afectada seriamente en una colisión o un accidente de tráfico, por pequeño que sea. Desde que en 1990 se impuso la obligatoriedad de medidas de seguridad para proteger a los más pequeños dentro de los coches, los efectos de la siniestralidad se redujeron un 80%. En todo este tiempo, las medidas no han parado de perfeccionarse.

Sin embargo, la Asociación Española de Pediatría alerta que el 40% de los niños viaja sin utilizar las medidas de seguridad correctas. Los niños deben ir sujetos al asiento del coche con un sistema adaptado a su peso y estatura.

Si se utilizaran las medidas adecuadas, se podrían evitar el 90% de las lesiones.

Cómo sentar al niño en el coche.

El lugar adecuado para que viaje un niño en un coche es el asiento trasero. Es el sitio más seguro del habitáculo. Los niños deben utilizar medidas extra de protección hasta que cumplan los 12 años. Uno de los errores que comete la gente es llevar a los niños en brazos, en lugar de sentarlos en sillas adecuadas. Trasportar a un niño “en bracitos” en el asiento delantero multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones.

Tal y como recoge la página web guiainfantil.com, la Dirección General de Tráfico (DGT) establece las medidas de seguridad obligatorias para los menores en función de su peso y estatura.

  • Bebés menores de 10 Kg. Para un bebé menor de 9 meses. Deben ir tumbados en canastos provistos de arneses y de mecanismos que anclen el receptáculo en el asiento, compatible con los anclajes de los cinturones de seguridad. El canasto debe ir colocado en posición inversa a la marcha, y si es posible, en la parte central del asiento trasero. De esta forma se consigue reducir el riesgo de sufrir lesiones cervicales en caso de impacto frontal y se aumenta la protección en los golpes laterales.
  • Niños de 10 a 18 Kg. Para niños que van de los 9 meses a los tres años. A esta edad se sustituyen los canastos, por sillas ergonómicas, ancladas al asiento trasero del coche, colocadas en posición contraria a la marcha. Debe contar con un doble cinturón, que sujete al niño por los dos hombros y haga clic entre las piernas, protegiendo todo el tronco del niño.
  • Niños de 15 a 25 kg. Para niños de los 3 a los 6 años. En este caso deben ir sentados en cojines con respaldo o en sillas compatibles con el cinturón de seguridad del coche, situados esta vez a favor de la marcha.
  • Niños de 26 a 36 kg. De 6 a 12 años. A partir de esa edad y peso se utilizarán cojines elevadores, regulables a la altura del niño, de forma que permitan un ajuste perfecto del cinturón de seguridad sobre la clavícula del pasajero.

Tipos de sillas de viaje.

Las sillitas para viajar en coche, denominadas Sistema de Retención Infantil (S.R.I.) se clasifican siguiendo las instrucciones que marca Tráfico. Estas se dividen en 5 categorías:

** Grupo 0. Están pensadas para niños con un peso máximo de 10 Kg y abarcan dos opciones. Los canastos con arnés que se enganchan a los cinturones de seguridad del asiento, y unas sillas, ligeramente inclinadas, que se colocan igualmente en sentido contrario a la marcha.

Algunos padres colocan estos receptáculos en el asiento delantero, para tener un mejor control del niño mientras conducen. No es recomendable, ya que en caso de golpe, si se activa el airbag, arrambla con el niño y el canasto.

** Grupo 0 +. Se trata de sillas erguidas y ergonómicas, con cinturones de seguridad propios, y que se anclan al asiento trasero empleando los mecanismos del sistema de seguridad del coche. Se colocan también en posición contraria al sentido de la marcha y protegen el cuello y la columna del niño.

** Grupo 1. Están pesadas para niños de 1 a 4 años. Se colocan en el sentido de la marcha, se fijan en el asiento trasero por medio del cinturón de seguridad del vehículo. Cuentan con un arnés propio con 4 o 5 puntos de anclaje.

** Grupo 2. Resisten hasta los 25 kg. Se trata de un cojín elevador con respaldo y protección para la cabeza. Se colocan en el asiento trasero, en sentido de la marcha y a ser posible, en el centro. Cuentan con unas guías laterales para ajustar el cinturón de seguridad a las caderas del niño, de esta manera se evitarán lesiones en el abdomen y en la columna.

** Grupo 3. Es la opción más avanzada, para niños mayores de 5 años. Es un cojín elevador ajustable. Lo más importante de este sistema es que se regule la altura, ya que lo que va a hacer es levantar al niño hasta que el cinturón de seguridad del vehículo se ajuste a su clavícula. Algunos modelos cuentan con respaldo propio y reposa cabezas.

Cuestiones a tener en cuenta.

Lo que hemos visto hasta ahora son las normas de tráfico y la clasificación oficial de los sistemas de retención. Sin embargo, antes de comprar la silla para transportar a tu hijo en el coche es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones. El blog de estilo de vida En Femenino te da algunos consejos en este sentido.

  1. Comprueba que la silla es compatible con tu coche. Debes asegurarte de que el sistema para fijarlo encaja con el cinturón de seguridad de tu vehículo. Para eso es importante leerte bien las instrucciones del fabricante.

Asegúrate de que la silla está homologada, es decir, que cumple las normas de garantía y seguridad marcadas por la DGT. La etiqueta es naranja y suele venir pegada en la parte posterior de la silla o el canasto.

  1. Debe ser adecuada para tu hijo. Se debe corresponder con la edad, peso y estatura del niño. Recuerda que hasta los tres años el niño va a contramarcha. Protegiéndose su cabeza y su espalda con la parte de atrás de los asientos delanteros.

Existen sillas polivalentes que se pueden colocar a favor de la marcha y a contramarcha, esto se debe a que tiene diferentes opciones de anclaje. Estos modelos podrán ser aprovechados por tu hijo durante más tiempo.

  1. Máxima seguridad. Si la sillita tiene algún sistema extra de seguridad, mucho mejor. Los niños suelen estar desprotegidos en caso de impacto lateral. Por eso, algunas sillas de viaje tienen un diseño envolvente en “M”, con protección a ambos lados de los hombros y la cabeza y una especie de reposabrazos.

Es interesante que el reposacabezas tenga forma de “V”. Así protegeremos la cabeza, el cuello y los hombros del niño, reduciendo el movimiento en caso de colisión lateral.

Otros sistemas de seguridad adicionales son los arneses con cinco puntos, la barra anti-vuelco y la pata de apoyo, que proporciona más estabilidad al instalar la silla en el asiento trasero.

  1. Comodidad para los niños y los padres. Otra de las cosas que debes valorar es que los niños viajen cómodos. Ellos son los que van a usar la sillita. Hay que tener en cuenta los diseños ergonómicos y el acolchado del asiento, que no sea demasiado duro. Por otro lado, debe ser cómodo para que los padres sienten a los niños y abrochen el arnés.

Los dependientes de The Baby House, una tienda de artículos para el bebé de Sevilla, nos indican que es clave el asesoramiento. Los padres deben preguntar y aclarar todas sus dudas antes de lanzarse a comprar una sillita de viaje para su bebé.