
Viajes en familia
Cualquier viaje, sea del tipo que sea, suele ser satisfactorio. Lógicamente si hablamos de un viaje de trabajo en el que no te han dado ni cinco minutos para respirar igual la cosa cambia, pero quitando excepciones que confirman la regla, a los que nos gusta viajar nos va a venir bien coger la maleta siempre, o casi siempre. Ahora bien, viajar en familia tiene su intríngulis porque meter a los pequeños de la casa, por muy inteligentes que sean, en el Museo del Prado tres horas es una especie de tortura china para ellos, o al menos para la mayoría.